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Discernimiento Ignaciano

La palabra “discernir” significa distinguir algo de otra cosa, por medio de nuestro intelecto, o varias cosas entre ellas, sabiendo señalar la diferencia entre ellas, el discernimiento es aplicado diariamente para tomar decisiones sean buenas o malas, el ser humano toma decisiones diariamente para buscar lo mejor para el o lo que necesite en ese momento, las decisiones se pueden tomar consciente o inconscientemente como que ropa usar, a donde ir a pasear, ente un millón de cosas más.

Los jesuitas llevaban el proceso de discernimiento por medio de “ejercicios espirituales” al meditar, orar, llevar ejercicios mentales por 28 o 30 días, pero actualmente los llevan a cabo en versiones más cortas en tiempo de 3,7 ó 15 días.

Principio y fundamento:

Por medio del discernimiento nosotros podemos encontrar nuestra razón de ser en este mundo o podemos identificar nuestra misión a la cual hemos sido llamados y es recomendable que se alabe a Dios se le haga reverencia y tengamos un espíritu de servicio.

El objetivo de seguir los principio y fundamentos del discernimiento es encontrar la salvación, pues con ella encontraremos la felicidad, viviremos en plenitud, tendremos una conciencia que de sentido a nuestra vida, eliminando la infelicidad en nosotros.

Dentro del discernimiento se encuentra el buen y mal espíritu y tu escoges con el cual vas a trabajar, pues en tus deseos más profundos del alma Dios te habla y te indica el camino que desea que tu sigas.

  • EL BUEN ESPÍRITU: Te mueve al camino de Dios y te consuela para seguir adelante, aumentando tu esperanza para poder recibir cosas buenas; fe que te de buena confianza; caridad que te haga servir a los demás y que con ello logres todo gozo interno.

  • EL MAL ESPÍRITU: El mal espíritu te lleva a la desolación, que te deja un vacío en el ser, te llena de tristeza, angustia o un dolor muy grande que oscurece tu alma y te atrapa en tentaciones o engaños.

En clases nos pusieron una actividad donde teníamos que contestar: cuáles eran nuestras decisiones más importantes, en base a que tomábamos éstas decisiones y hacia dónde nos guiaban las decisiones tomadas y así saber si nosotros tomábamos las decisiones correctas, guiándonos por el buen espíritu o por el malo.

En conclusión, podemos decir que el discernimiento ignaciano es un método que utilizamos para poder diferenciar el buen espíritu del mal espíritu y poder tomar las decisiones más correctas, provenientes de tu interior.


#1 El deseo de ayudar nace del corazón, no del precio.

 

#2Si el plan no funciona, cambia el plan no la meta.

 

#3Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.

RECUERDA:

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