Semilla esperanzadora "esperanza"
Autor: Daniela Ortiz
Lo más extraño sucedió hace mucho tiempo en el campo y para algunos era imposible, yo lo vi esperanzador. Estamos hablando de un agricultor al que se le ocurrió una idea muy peculiar: plantar algodón, así podría vender su fruto y ganar dinero para su familia. El único problema es que contaba solamente con una semilla, pero aún así, la plantó en la tierra y estaba seguro de que, con sus conocimientos en el campo y la experiencia a través del tiempo, podría sacar algo bueno de aquella semilla. Aún así, hubo días que, a pesar de sus innumerables cuidados, el agricultor dudaba y se creaba miles de preguntas como: ¿Y si muere la flor? ¿Qué haré si no la puedo vender? ¿Cómo mantendré a mi familia? ¿En qué estaba pensando? Estaba trabajando con la última semilla que tenía y era su única esperanza para hacer su siguiente sueño realidad: tener una familia numerosa, a la cual pueda hacer feliz. Este sueño estaba puesto en una simple semilla, ¡parecía una locura! Hubo gente que lo cuestionaba, hubo gente que lo apoyaba y lo animaba. Él era un extraordinario agricultor, cuidaba a sus cultivos y animales como a su propia vida, hacía lo que amaba y eso le daba frutos. Es por ello que, a pesar de las adversidades, como la falta de lluvia o demasiada lluvia, los días nublados o los días extremadamente soleados, todo esto hacía ver que la flor nunca crecería, pero el agricultor vio posible su florecimiento y su sueño hecho realidad al lado de su amada esposa. Después de un largo tiempo de paciencia, tolerancia, cuidados, amor y cariño a la vida que estaba cultivando, la flor brotó algodón por fin. El agricultor pudo venderlo y con el dinero plantó miles de semillas más, a las cuales cultivó con los mismos cuidados que la primera. Su campo se transformó en el más extenso de todos, y eso, lo motivó a plantar diferentes cosas, como maíz y alfalfa. Logró hacer un buen negocio, vendiendo productos 100% naturales y con ese dinero, pudo formar una asombrosa familia con 4 hijas junto a su hermosa esposa, y a ellas les pudo compartir las experiencias que marcaron su vida, hicieron viajes familiares, compartieron comidas deliciosas, les brindó una buena educación, y por supuesto, les dio todo su corazón. Todos fueron muy felices. Así que nunca pierdas la esperanza, con ella, además de tu trabajo y esfuerzo, podrás alcanzar todos tus sueños, no importa lo imposible que parezcan.
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Esta historia te enseña que en cualquier sueño que tengas puedes añadir esperanza para poder hacer de lo imposible algo posible, aplicando esfuerzo, dedicación y hasta cariño en lo que haces.