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ESPERANZA

Autor: Juan Esparza

La esperanza nosotros mismos la podemos dar, pero es más común que nos la de algo o alguien, ya que es un alivio o una motivación que recibimos al momento de escuchar alguna noticia que esperábamos con fe. Conforme la fe que se tenga, se incrementa o se disminuye nuestra esperanza, por ejemplo, cuando se tiene poca fe, nuestra esperanza también es poca, por lo que la persona es común que se sienta deprimida, esté negativa y llegue a decaer físicamente. Así pues, la actitud que se tiene ante cualquier situación puede determinar la forma de ser de una persona. Y es muy conveniente tener una actitud positiva y una esperanza con gran fe, pues los resultados pueden ser muy buenos e incluso podríamos recibir algún milagro.

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¿Qué se siente al tener esperanza?

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La forma de sentir es diferente en cada persona, principalmente en la intensidad, pero en general pudiéramos decir que es algo tan bello y tan grande que no se encuentran las palabras para describir el “poder” que siente una persona al experimentar la esperanza, ¿Por qué poder?, sencillo, porque sientes una fuerza que te dice que todo estará bien y al pensarlo además te lo crees, te aferras a una respuesta positiva, sientes un poder que te da fuerza y te motiva a seguir adelante hasta llegar a la meta propuesta, de la cual, no te rendirás hasta poder conseguirla.

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Para que quede más claro lo que es la esperanza, ésta es una sensación que te hace seguir adelante, de no rendirte, aunque el panorama se torne negro y no veas por donde seguir el camino. Así pues, si tienes esperanza, aún por más difícil que se vea la situación, ésta te va a dar la luz donde no es posible ver y te guiará a donde tu esperanza te esté llevando. Y la intensidad de la luz será más fuerte o más débil según tu confianza sobre todo en ti mismo, ya que, si confías en que estás haciendo lo correcto, tú mismo serás el más beneficiado.

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Por ejemplo, en mi caso, yo fui un día un niño con un sueño que veía muy lejano, totalmente lleno de obstáculos, pero la clave fue no darme por vencido, nunca bajar la cabeza, a pesar de que nadie veía alguna posibilidad, yo fui quien tuvo esperanza en mis sueños y tenía fe en que lo iba a lograr y hasta que llegué a donde yo soñaba, se convirtió en un bonito recuerdo que sorprendió a todos.

LA CLAVE PARA TRIUNFAR ES MANTENER SIEMPRE LA ESPERANZA EN ALTO Y SI ES LO QUE TU QUIERES, NUNCA DEJARTE LLEVAR POR LOS DEMÁS, SINO POR TI MISMO Y MANTENER LA ESPERANZA HASTA QUE LO LOGRES.

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